(Japonés) Cuando uno representa al Perú en lo gastronómico desde luego lleva la camiseta del Perú pues es el PROMPERU, un organismo del gobierno, el que patrocina u organiza estos encuentros. A veces dice: “Perú – el país de los Incas”, asi que es indiscutible que uno lleva la bandera peruana en el corazón, representando el Perú, el Perú en todas sus dimensiones. Algunos o muchos me dicen: “¿por qué no pones la bandera japonesa también?” en el sentido que la mitad del logo sea también la bandera japonesa pero a mí no me gusta algo así híbrido, a medias, difuso. Creo que lo que es del Perú es de Perú y punto. Y lo que es de Japón será de Japón. Sin embargo, si me piden algo en nombre de Japón, representando al Japón, desde luego lo haré como japonés con todas las letras, indudablemente.
Por eso, cuando cantamos o escuchamos el himno japonés o vemos algún partido de las Olimpíadas y gana Japón, si bien no es importante que siempre gane, o con solo ver cómo juegan los atletas, nos sentimos orgullosos. Y hace ya mucho tiempo, cuando vino al Perú el Primer Ministro Suzuki de Japón después de participar de la Cumbre G-7 de París y su avión oficial arribó al aeropuerto de Lima y el piloto colocó en la ventanilla de su cabina la bandera japonesa y la peruana yo me emocioné mucho y no pude disimular mis lágrimas. La llegada de un Primer Ministro para los que vivimos en el exterior y lejos de Japón es como sentir la presencia de nuestros padres, algo así. Ahí uno toma conciencia de que es japonés.
Fecha: 18 de abril de 2007
Zona: Lima, Perú
Interviewer: Ann Kaneko
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum