(Japonés) En ese entonces en la Embajada de Japón estaba el Embajador Aoki quien para ahorrar hizo remodelar la cocina para que podamos preparar los platos japoneses allí. Lo que pasa es que si se pide comida japonesa a un hotel se hace muy costoso. La cocina fue remodelada en base a un plano hecho por mí y ese día en que se festejaba el Cumpleaños del Emperador de Japón fue el estreno de esa cocina. Y yo mismo había estado allí para atender a los invitados. Desde luego, sucedió esa toma de la Embajada por parte de los guerrilleros pero por suerte yo salí en una semana.
Yo fuí liberado el día 22 de diciembre pero a la semana el día 3 de enero recibo una carta del Embajador Aoki donde me señala que no podía seguir igual y que me dejaba a total discreción en la preparación de las viandas “obento” con menúes japoneses. Desde luego, había platos chinos y peruanos pero como había 58 rehenes de nacionalidad japonesa requerían de sabores japoneses, aunque casi todos los demás también comían. Ni una sola vez hubo inconveniente alguno con las viandas japoneses ni intoxicaciones de ninguna naturaleza.
Enviamos estas viandas desde el 4 de enero hasta el 22 de abril, hasta el final, pensando en la salud de los rehenes y siempre con el temor de que en cualquier momento se podía suspender el envío. Por eso, en la preparación de la vianda teníamos presente el criterio de la harina de Suiza, harina integral para el pan que es mucho más duradero, usando la harina más vieja. Significa que dentro de la vianda siempre había un plato que podría ser consumida al día siguiente también, como ser el “onigiri asado” que eran los bollos de arroz al fuego para que duren más. Los rehenes creo que se dieron cuenta de eso sin decir nada, pues después cuando ya fueron liberados algunos me han dicho que lo guardaban por si acaso hasta el día siguiente hasta cuando llegaban nuevamente las otras viandas.
Esta forma de preparar las viandas lo aprendí en Japón y es algo muy importante y se podría decir que no sería descabellado que puede ser imitado por todo el mundo. Hace poco me reencontré con quien era el Ministro de Relaciones Exteriores de ese entonces y también rehen del incidente, el Dr. Tudela, y él me dijo que cuando comía la vianda japonesa se sentía bien de salud y la nutrición era más balanceada y que por eso lo ha dicho en diversas ocasiones y que esta cuestión está escrito en varios libros. De ahí que me han ofrecido escribir un libro con los menúes de ese entonces, pues los tengo anotado todo en un cuaderno.
Fecha: 18 de abril de 2007
Zona: Lima, Perú
Interviewer: Ann Kaneko
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum