(Japonés) Cuando nació Mikako, si mal no recuerdo fue por el año 1954, yo estaba por tramitar la ciudadanía norteamericana. Muchas extranjeras (japonesas) estaban estudiando y evaluando sobre este tema de adoptar o no la nacionalidad americana, pero yo sin dudar, la tramité y la obtuve.
Un día le dije a mi marido: “No quisiera perder la nacionalidad japonesa”; pero él me contestó: “No se puede o es casi imposible ofrecer lealtad a dos patrias”. Además, Harry agregó: “¿Tú como japonesa quieres seguir siendo japonesa o quieres casarte conmigo y ser una norteamericana? Debes decidir por uno u otro”. Lo pensé y consideré que él tenía razón. Tener dos nacionalidades y ser leal a dos naciones, a dos patrias, es bastante difícil por lo que llegué a la conclusión de que era mejor adoptar la nacionalidad norteamericana y renunciar a la japonesa. Desde luego, fue una decisión meditada y consideré que era lo mejor.
Fecha: 26 de enero de 2012
Zona: California, EE.UU.
Interviewer: John Esaki, Yoko Nishimura
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum