Aiko Yamada Yoshimoto creció en Lima, Perú, pero su conexión con la danza eisa, tradicional de Okinawa, cobraría mayor relevancia cuando estuvo lejos de su país. Había crecido en una familia ligada al arte. Sus abuelos maternos son de Nago y en casa había instrumentos como el koto y el sanshin que nadie usaba. “Mi bisabuela tocaba el koto pero nadie más los usaba. A mí me interesaba la música y empecé a tocar de oído”.
Primero fueron los teclados y luego la guitarra, pero en el fondo lo que más conectaba con Aiko era la música tradicional usada para la danza eisa que había escuchado en casa. “Mi oyichan (abuelo) siempre hablaba de su tierra y yo me imaginaba las playas. Mi obachan (abuela) me hablaba de mi bisabuela, que bailaba muy bien y ella también hacía algunos pasos básicos”.
En el colegio La Unión, participó en una primera convocatoria para bailar eisa y ensayó durante dos meses, hasta que tuvo que viajar al extranjero y se perdió el undokai de 1999. “Después quise retomarlo y una amiga me contó que estaba en un grupo que se dedicaba a bailar eisa”. Ingresó, pero por los horarios no pudo mantenerse y después de un tiempo regresó a cultivar esta pasión. Entonces llegó el viaje a Japón.
Arte en movimiento
“Mi primera carrera fue en publicidad, pero era difícil costearla, así que me fui a trabajar a Japón”. Aiko cuenta que trabajaba en una fábrica donde debía vestir un uniforme que apenas dejaba ver sus ojos. Para combatir el aislamiento y la tristeza escuchaba música eisa, la que le recordaba su vida en Perú: sus amigos y abuelos.
Al volver al Perú retomó los contactos con sus amigos de la danza y conoció a Cecilia Nué, fundadora del grupo Seiryu Eisa Kai al que ella se sumó y en el que ha podido seguir bailando y participando en exhibiciones. “Empecé a practicar, a recordar los pasos y a asistir semanalmente a los ensayos. Ceci formó un grupo muy unido que se ha mantenido desde 2017”, cuenta Aiko.
Para ella, la danza eisa está diseñada para que en cada movimiento ejecutado de manera correcta sea imposible que te lesiones. “La manera de levantar tu cuerpo y de mover los brazos está hecho para eso”, agrega. Además, cuenta que una de las dificultades de este baile es que hay que bailar y tocar un instrumento, lo que al inicio fue difícil para ella. “Hay que tener mucha sincronía”.
Unión y recuerdos
Aiko Yamada recuerda que muchas de las canciones eisa las había escuchado con su grupo de amigos con los que conectó en “una época muy dura para mí por tener que dejar el país”. Fue una conexión con muchos recuerdos, cuando su oyichan falleció ella tenía 9 o 10 años y eran los años del terrorismo. “Vivíamos en Miraflores, había apagones y mi ‘oyi’ me cantaba canciones de Okinawa para que me calmara por si se oía una bomba”, recuerda.
Si bien los rituales del eisa están relacionados con el fin del obon, una festividad de origen budista con la que se rinde culto a los muertos, para Aiko tiene otra clase de significado. “Yo me imagino las playas de Okinawa que tienen la arena en forma de estrella, esas camisas tan coloridas que usan y el ambiente alegre que distingue a las personas de este lugar”.
Con el tiempo, el significado original del eisa se va perdiendo, pero toma nuevos sentidos con el tipo de música y las danzas. “Seiryu Eisa Kai se caracteriza por hacer fusiones con música pop, combinaciones que hacen que los bailes sean más dinámicos”. Aiko recuerda que en una de las presentaciones ella olvidó ponerse los tekkos (muñequeras) y se dio cuenta cuando ya estaba arriba del escenario. Se lo comentó a sus compañeros y de inmediato todos se los quitaron para estar iguales.
“Esa unión es lo que me motiva, cuando estoy ahí me siento bien, somos una familia”, dice Aiko, quien está feliz de ver que llegan nuevos chicos al grupo y que siempre hay espacio para seguir innovando en la música y los bailes. “Hay mucho interés, incluso de personas que no son nikkei, pero que saben mucho. La cultura japonesa es muy rica y la okinawense es muy particular. Es amena, calurosa, hospitalaria y amigable… eso es lo bonito, además de los paisajes y su música”.
*Seiryu Eisa Kai: YouTube | Facebook | Instagram (@seiryueisakai)
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Sábado, 9 de marzo de 2024 • 6 p.m. (Hora Perú) (ZOOM)
Únete a nosotros para una conversación y sesión de preguntas y respuestas con miembros de grupos de eisa contemporáneos—Lisa Tamashiro Maumalanga (Chinagu Eisa Hawaii), Rentaro Suzuki (Ryukyukoku Matsuri Daiko Filial Los Ángeles), John Azama (Ryukyu Damashii), Cecilia Nué (Seiryu Eisa Kai) y Toshiyuki Yamauchi (Yuriki no Kizuna Eisá Daiko)—mientras conversan sobre cómo el eisa los conecta con su herencia cultural e identidad. Después del programa, habrá un tutorial interactivo para principiantes y la oportunidad de hablar con miembros de varios grupos de eisa.
El programa principal será presentado a través de Zoom, con traducción simultánea en inglés, español y portugués. Es necesario registrarse.
© 2024 Javier García Wong-Kit
