La floricultura fue la base de desarrollo de la colectividad japonesa de Uruguay y hasta hace unos 40 años fue una actividad bastante rentable. La ciudad donde nací que se llama Escobar, Provincia de Buenos Aires, es conocida por ser la "Capital Nacional de la Flor" y desde la preguerra esas flores eran enviadas hasta el mercado de Buenos Aires. Escobar se encuentra a unos 50 km al norte de la ciudad capital donde el ingeniero GASHU señaló - en base a un exhaustivo estudio de tierra - que sería un lugar muy apto para la floricultura.1 Hacia 1940 en el conurbano bonaerense se contabilizan unos 100 establecimientos dedicadas a la floricultura que competían entre sí y abastecían a los diferentes mercados de Buenos Aires. Según los registros de la época señalan que el terreno cultivado por propietarios japoneses era de 48 hectáreas y había otras 325 hectáreas alquiladas para esta actividad. En 2019 se festejaron los 90 años de la llegada a Escobar del primer inmigrante japonés Kuhei GASHU.2
En la quinta de Gashu es donde Hisao YAMAMOTO de 16 años de edad que había llegado a la Argentina en 1929 trabajó unos años para aprender las técnicas de cultivo de los claveles y crisantemos. Y en 1937 en un viaje de paseo por el Uruguay decide quedarse, trabajar como jardinero y a los 25 años compra 5 hectáreas con sus ahorros. Trajo gajos de claveles desde Buenos Aires y se dedicó de lleno a la floricultura y en la posguerra llegó a tener hasta 30 invernaderos. Mantuvo una amistad con el primer inmigrante, Seiji TSUBOTA, y durante dos años desde 1977 estuvo como Presidente de la Asociación Japonesa de Uruguay.
Paso de la Arena es al parecer un lugar similar al lugar donde nací y me crié, o sea, la Ciudad de Escobar donde se constituyó una asociación japonesa, una escuela de idioma japonés "nihongo gakko", un equipo de beisbol, etc. La única diferencia sea tal vez que en los '70 se construyeron dos colonias japonesa en Escobar donde llegaron varias familias desde el Paraguay y Bolivia.3
Todos eran emprendedores que se abrieron camino con mucho esfuerzo por lo que en ocasiones hubo tensiones dentro las instituciones de la colectividad como en la misma cooperativa del gremio floricultor.4 Ignoro si en Uruguay hubo este tipo de internas pero cuando se trata de pequeñas comunidades nikkei este tipo de fricciones afectan al desarrollo de las actividades y a las finanzas de la asociación o dejan malsabores en las generaciones posteriores.
De todos modos, en el caso de Uruguay no son pocos los japoneses que han llegado de países vecinos de manera totalmente particular y gracias el esfuerzo y el sacrificio de ellos sus hijos y nietos han logrado una mejor educación, accedieron a la universidad y están en profesiones como la abogacía, contaduría pública, medicina, ingeniería, etc. ; e incluso algunos han estudiado en Japón u otro país. Si bien en los países aledaños se ha dado una situación similar, en la obra "La Colectividad Japonesa en Uruguay", publicada en 1993 por el antropólogo Gustavo Genta Dorado, señala lo siguiente:
"Las familias inmigrantes japonesas se instalaron en zonas suburbanas (Paso de la Arena y alrededores), pero no formaron una verdadera colonia y eso trae como consecuencia la inexistencia de una comunidad diaria y continua entre las familias niponas. La interacción del nisei uruguayo es mayor con los gaijin que con los integrantes de su propio grupo étnico. A diferencia del nisei argentino, brasileño o peruano. Esto implica un contacto permanente con la sociedad dominante, lo que influye favorablemente en el proceso de adaptación".5
Con esto podemos comprender mejor las razones de los matrimonios de los issei (japoneses migrantes) con uruguayas no descendientes o nikkei de países vecinos y la alta proporción de nisei y sansei que se casan con nativas (en el libro conmemorativo se pueden apreciar esas declaraciones).
Desde la década de los ochenta el auge de la floricultura (Paso de Arena) comienza a declinar y se dice que de 50 familias japonesas ahora son 10 o tal vez menos y los descendientes que siguen la floricultura lo complementan con otra actividad productiva o comercial o una profesión liberal.
A pesar de todo, gracias al esfuerzo de la misma Asociación Japonesa, a los apoyos de la Embajada de Japón y de la Oficina de JICA (Agencia de Cooperación Internacional de Japón) han logrado llevar a cabo diversas actividades y eventos culturales, mantener las clases de idioma japonés y del taiko japonés "wadaiko", realizar el "undokai" (fiesta deportiva), el "bonenkai" (fiesta de fin de año), el "keirokai" (día de homenaje y gratitud a los ancianos) y el "ireisai" (día conmemorativo de los ancestros). Actualmente, dentro de la pandemia del Covid-19 están realizando clases de idioma japonés on-line.6
Otro atractivo de la colectividad en la Ciudad de Montevideo es el Jardín Japonés "Heisei-En" construído en el 2001 por los 80 años de las relaciones diplomáticas entre Japón y Uruguay.7 También tienen la Exposición de Flores y la última, antes de la pandemia, ha sido - al parecer - el de 2018 (Antes, en épocas de esplendor de la floricultura, construían y desfilaban carrozas adornadas con flores).
La manera de sentir lo japonés y el país de sus ancestros perdura a través de los tiempos pero van tomando otros matices y modalidades. Por ejemplo, en el terremoto-tsunami del 2011 la Asociación Japonesa de Uruguay hizo una importante donación en efectivo, el gobierno de Uruguay envió 4.600 latas de corned beef (dos toneladas) más una suma de 500,000 dólares.
Siendo mediados de setiembre de 2021 se puede decir que se realizaron exitosamente - con todas sus limitaciones - las Olimpíadas de Tokio. Antes de cerrar este escrito quiero mencionar que dentro de este gran evento hubo un proyecto de kimono organizado por la Fundación Imagine One World que diseñó y confeccionó para cada uno de los países participantes esta vestimenta tradicional japonesa.8 El de Uruguay ha sido por Takayuki SUGAWARA, un artista de "yuzen" de la Prefectura de Iwate (norte de Japón) y en el diseño ha colaborado la nikkei uruguaya, residente en Chiba, Naomi (Moriyama) Anno.9 Si bien ha sido elaborado para las Olimpíadas, ojalá se pueda ver estos preciosos kimono en otros eventos afines por la belleza que transmiten.
Cabe recordar que en Japón residen 118 uruguayos (datos de diciembre de 202010) y entre las personas que conozco está Naomi, por lo que afortunadamente pude apreciar lo que ha hecho en este proyecto "Uruguay KIMONO".
Uruguay es un país dentro de América Latina que mantiene una estabilidad en lo político, económico y financiero y su lema de NATURAL Uruguay muestra el esfuerzo que realizan para armonizar sus industrias (agroganadera, papelera, etc.) con el medio ambiente. Hoy en día también se destacan en el desarrollo de software y aplicaciones para firmas de renombre y dentro de la región es la que menos desigualdad e inseguridad tiene.11 Ultimamente muchos empresarios argentinos están emigrando hacia este país por las facilidades de residencia y trato fiscal. De todos modos, como cualquier otro país siguen los desafíos en las políticas públicas y es de esperar cómo los nikkei participen y se involucren más en el desarrollo del país, como lo hicieron sus ancestros desde hace más de un siglo.
Este año 2021 se cumplen 100 años de las relaciones entre ambos países y es de anhelar que cada vez sean más fructíferas.
Notas:
1. Kuhei GASHU nació en 1896 en Hokkaido y luego de finalizar sus estudios en la Escuela Agrícola de Akita estuvo dos años como investigador en el Centro Nacional de Florihortícola para luego trabajar en el Centro Experimental Agrícola de Hyogo. En 1918 llega a la Argentina y emprende con pasión sus estudios de floricultura. Formó grupos para profundizar sus conocimientos y editó boletines especializados en el tema. Se involucró en la constitución de entidades y escuelas de la colectividad y escribió un libro sobre los inmigrantes japoneses con suma objetividad, algo difícil en cualquier etapa máxime cuando uno mismo es parte de esa historia. Participó en la constitución de la cooperativa de floricultores como en la promoción comercial de los flores frescas. En Escobar ha formado muchos colegas de su gremio y apoyó a muchos jóvenes pasantes japoneses para que emprendieran luego por sí solos.
2. Alberto Matsumoto, "Escobar: Capital de la Flor y sus 90 años de la Inmigración Japonesa - Mi reencuentro con mis raíces", (Descubura a los Nikkei, 2020.11.25)
3. Son dos colonias, la de Loma Verde y Zelaya, ubicados a unos 10 km del centro de la ciudad de Escobar. Ambas colonias fueron proyectos de JICA y hoy en día siguen desarrollándose. En Escobar residen unos 300 nikkei y ya entrarían en la tercera y cuarta generación de descendientes de japoneses.
4. Historia del Inmigrante Japonés en la Argentina, Tomo 1 Período de la Preguerra, Junio de 2002.
5. Libro Conmemorativo 111 Años de la Inmigración Japonesa en el Uruguay, Pág. 176 a 180, Abril de 2019, Nota de Gustavo Genta Dorado, "La Colectividad Japonesa en Uruguay", Ediciones de la Crítica, 1993.
6. AJU - Asociación japonesa en el Uruguay (Facebook)
Asociación Japonesa en el Uruguay
7. El Jardín Japonés está dentro del predio del Museo de Bellas Artes Blanes. En la construcción, además de las donaciones de la colectividad japonesa uruguaya, el entonces Embajador Inagawa logró reunir 6 millones de yenes de las firmas japonesas radicadas en la Argentina. Además, de la localidad donde es oriundo el Embajador, Ciudad de Nakatsukawa-Prefectura de Gifu, logró la donación de un alumbrado tradicional de piedra "tooro". En la entrada del jardín está escrito "Heisei-En" que fue inscrita por el Primer Ministro Koizumi (Libro conmemorativo, pág. 140).
8. "KIMONO Project": Con un presupuesto de 2 millones de yenes por cada unidad cada artista se ha hecho cargo de uno o varios países. El de Uruguay estuvo a cargo de Takayuki SUGAWARA.
Imagine One World Imagine One World「KIMONO PROJECT」イマジンワンワールド KIMONOプロジェクト (YouTube)
9. Naomi es la menor de cuatro hermanas y cuando recibió esta solicitud de colaboración para el diseño del KIMONO Uruguay semanas atrás había fallecido su madre. Sin embargo, cuando percibió que el artista también era de Iwate, la misma prefectura de origen que su madre entendió que podría ser un llamado de ella y decidió aceptar este gran desafío. Inmediatamente se dirigió a la ciudad de Ichinoseki de Iwate-Ken. Ha realizado una extraordinaria tarea y luego también estuvo acompañando al grupo del KIMONO ante la Embajada de Uruguay en Tokio.
Naomi ha sido también becaria de JICA, está casada con un nacional japonés y reside en la Prefectura de Chiba.
10. Datos de Diciembre de 2020, Agencia de Servicios Migratorios de Japón. De estos 118 uruguayos no se puede saber cuántos son descendientes de japoneses pero tal vez, por la categoría de visados, el tercio o un poco menos lo sean.
11. Artículo de Kobayashi, Director de JICA - Montevideo: 小林一三、ホセ・ムヒカ氏の世界観である『人々の幸せを目指した開発』を実践する国ウルグアイ、ラ米時報2021春号、48-51頁。
© 2021 Alberto Matsumoto