Cuando la Segunda Guerra Mundial explotó, me imagino, el gobierno de Estados Unidos decidió que había unos ciudadanos que necesitaban estar bajo control, me imagino. Entonces, los alemanes, italianos y japoneses en Colombia, las cabezas de familia, principalmente, fueron llevados a un centro de concentración en Fusagasugá, en Cundinamarca. Entonces, allí permanecieron mientras sus familias estaban en los terrenos donde ellos estaban viviendo antes.
Mi abuelo tuvo que dejar, pues, a mi abuelita en sus tierras y cuando estas cosas pasaron, mi abuelita le escribió a mi abuelo una carta en japonés, donde decía que tenía que ir a... Ella iba a fingir ciertas cosas, que no se preocupara; para que lo dejara salir a visitarlos.
Entonces, después ella escribía cartas en español, para que los guardas que estaban cuidando a mi abuelito supieran. Contaba cosas como que “Ay, la niña Lili está super enferma, no sabemos qué hacer, por favor, trate de ayudarnos”. Entonces, dejaban salir a mi abuelito, como por 15 días a visitar a mi mamá [se equivocó], a mi abuelita, a ver que la situación se normalizara y volvían a mandarlo al campo de concentración.
Entonces, tenían ciertas libertades; pero, pues, obviamente estaban bajo supervisión policial constantemente.
Fecha: 22 de septiembre de 2019
Zona: California, EE.UU.
Interviewer: Yoko Nishimura
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum