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Will Ireton usa la analítica y la tecnología Trackman para ayudar a los jugadores de los Dodgers a mejorar su rendimiento

Will Ireton, el director de las Operaciones de Rendimiento de los Dodgers de Los Ángeles

Lo que uno nota claramente tras conocer a Will Ireton es que hay más detrás de él de lo que uno ve a simple vista. Mucho más.

En su octavo año formando parte de la organización de los Dodgers de Los Ángeles y el segundo año como el director de Operaciones de Rendimiento, la trayectoria de la carrera de Will incluye el haber jugado béisbol en las ligas menores para los Rangers de Texas, el ayudar a organizar el equipo nacional de las Filipinas para el Clásico Mundial de Béisbol, en el 2015 y el fungir de traductor para el ex lanzador titular Kenta Maeda del 2016 al 2018. Fue durante la realización de esa tarea que el presidente de las Operaciones de Béisbol para los Dodgers, Andrew Friedman lo apodó como “Will the Thrill” (Will el emocionante). Otra información variada sobre Will incluye el hecho de haber crecido en Tokio y, que una vez, en un reto propuesto por un jugador de los Dodgers, levantó más de 181 kilos de peso muerto.

En primer lugar, la mayoría de los fans de los Dodgers quizá se estén preguntando, “¿qué es lo que hace el director de las Operaciones de Rendimiento? Si nunca ha oído de este puesto en los Dodgers es porque nunca existió oficialmente, antes de que Ireton hiciera la transición al puesto como coordinador de Operaciones de Rendimiento en el 2020. Para entender en qué se enfoca su trabajo, Ireton señala la palabra clave en el título de su cargo: “Creo que cuando decimos rendimiento, esa es la palabra que resuena. Lo que más importa es que los jugadores rindan en el campo. Cualquier cosa que tenga que ver con su rendimiento es a lo que me dedico”.

Will luego hace referencia al libro de Michael Lewis, Moneyball: The Art of Winning An Unfair Game (Moneyball: el arte de ganar un juego injusto), el cual también fue adaptado a una película. En el libro, el director general de los Athletics de Oakland, Billy Beane, quien está corto de dinero, encuentra una ventaja en las estadísticas del juego que las oficinas principales tradicionales de béisbol solían ignorar. La alguna vez novel estrategia, conocida como la sabermetría, hace énfasis en los porcentajes de on-base (llegada del bateador a la base) y de slugging (estadística para medir el poder de un bateador) por sobre la estadística tradicional como los promedios de bateo y de las carreras impulsadas.

El trabajo de Ireton es ayudar a los jugadores y entrenadores a usar la data de la sabermetría, en conjunto con otras tecnologías más nuevas para mejorar su desempeño en el campo. “Estoy en el área con los jugadores”, explica Will. “No tengo muchos compañeros con los que trabajo conjuntamente. Usamos Trackman (una tecnología hecha famosa por los golfistas profesionales) y la tecnología de captura de movimiento antes del juego para ayudar a los lanzadores. Vemos la mecánica de los bateadores al permitirles ver como sus cuerpos se mueven en relación al lanzamiento de la pelota. Es un trabajo “manos a la obra” con los jugadores”.

La familia Ireton

Uno de los factores que ayuda a Ireton en su trabajo se debe a que él alguna vez aspiró a convertirse en un jugador de béisbol de las ligas mayores. Él nació y fue criado en Tokio, Japón, por un padre nisei (la madre de su padre es japonesa de Nagoya y su abuelo paterno es católico irlandés de Nueva York). El papá de Will, William, conoció a su madre Rosario Trinidad, quien es española-filipina y católica, mientras visitaba las Filipinas. Will asistió a colegios públicos mientras crecía porque su madre quería que él aprendiera el idioma japonés.

Eventualmente, él se matriculó en un colegio internacional y el béisbol fue su obsesión. A la edad de quince años, Ireton dejó el Japón y se fue a Honolulu, Hawái, con el objetivo de seguir avanzando en su carrera de béisbol. Pero para que quede claro, Will estaba buscando un equilibrio en su vida. “Tenía la opción de asistir a un colegio (en Japón), pero hubiese predominado el béisbol” Ireton recuerda. “No me sentía cómodo con eso”.

En su lugar, él se matriculó en el Instituto Mid-Pacific de Hawái porque “balanceaba lo académico con los deportes. Me quedé en la casa de un amigo de la familia. Era hogareño por naturaleza, pero no lo supe hasta que me mudé. Yo quería alcanzar mi meta (la de jugar béisbol)”.

Apenas se graduó del Mid-Pacific, Ireton se mudó a los Estados Unidos continentales y asistió al Occidental College y a Menlo College. Debido a la nacionalidad de su madre, Will se encontraba apto para unirse al equipo nacional de béisbol de las Filipinas en el 2012 y participó en el torneo para la clasificación del Clásico Mundial de Béisbol.

El equipo no clasificó, pero la experiencia le permitió a Ireton hacer una prueba para los Rangers de Texas y él jugó en el nivel A en la segunda y tercera base.

Fue en este momento que Will se topó con la realidad de que no era un jugador de las grandes ligas. “Tenía que estar al 100% para competir en el nivel A” él explica. Dado eso, debía ver sus otras opciones. “No tenía un plan B, conscientemente”, Ireton nota. “Pero realmente amaba el béisbol”.

Con su camino laboral reajustado, Will hizo prácticas con los Rangers y los Yankees de Nueva York, en donde aprendió más sobre cómo funcionan las organizaciones de béisbol. Ganó aún más experiencia, cuando en el 2015, trabajo en la Gestión de Capacidad para el equipo de las Filipinas del Clásico Mundial de Béisbol.

Habiendo jugado en el 2012 para las Filipinas, él sabía que el trabajo iba a ser desafiante. Los deportes más grandes en el país de origen de su madre son el básquetbol y el fútbol. El béisbol está muy por detrás en la lista.

“Era como ser un manager en general para un equipo profesional de béisbol”, revela Will. “Teníamos un dueño que asumía el mando. Yo tenía que ir a buscar jugadores. Tenía que encontrar entrenadores. Tenía que encontrar campos de práctica y organizar los viajes”.

Fundamentalmente, Will tenía que encontrar jugadores como él mismo, que tuviesen una conexión con las Filipinas, pero que hubiesen jugado béisbol a un nivel profesional. “Los jugadores más talentosos fueron algunos que habían jugado en la Serie Mundial de las Ligas Menores (hace años)”, Ireton dice. “La mayoría estaba en sus treinta. Quizá alguno fuese físicamente dotado. La mayoría eran jugadores de la Segunda División (universitaria)”.

El equipo de las Filipinas compitió en el torneo de clasificación del Clásico Mundial de Béisbol en Australia, pero no logró avanzar. Pero la experiencia le proporcionó un empujón a la carrera de Ireton para trabajar en un equipo de béisbol de las grandes ligas.

Filipinas pierde ante Taiwán

Su otra ventaja era que había crecido en Japón y había aprendido a hablar el japonés de manera fluida. Desde que Hideo Nomo dejó el Japón para jugar con los Dodgers en 1995, algunos de los mejores jugadores japoneses comenzaron a ir a Estados Unidos. En el 2016, los Dodgers contrataron a Kenta Maeda como lanzador titular y Maeda necesitaba un traductor que lo ayudase a trabajar con los entrenadores y los medios.

La oportunidad le llegó a Will Ireton.

Gracias a sus antecedentes en el béisbol y su fluidez en el idioma japonés, Will fue contratado para trabajar con Maeda. Ireton descubrió que la cultura de trabajo de los Dodgers era de su agrado. “Es colaborativo”, explica Will. “Los jugadores, los entrenadores y la oficina principal valoran la ética de trabajo arduo. Esa parte resonó en mí. Estaba familiarizado con la cultura del béisbol. Como empleado nuevo quería hacer cualquier cosa por ayudar. Recoger pelotas de béisbol o ayudar en la sala de pesas. Una vez que todos vieron eso, ellos me dieron la bienvenida”.

Ireton participó en todas las reuniones de Maeda con el entonces entrenador de lanzamiento, Rick Honeycutt, y con los receptores de los Dodgers. Él ayudó con los detalles, los que incluían el contar el número de lanzamientos que Maeda lanzaba en el bullpen (área donde los lanzadores calientan antes de jugar) y hacer saber a Kenta cuando iban a cantar el himno nacional en los juegos en los que él iba a dar el lanzamiento inicial.

Cuando se le pregunta si podía ver las similitudes entre la cultura laboral de los Dodgers y la cultura laboral de Japón, Ireton dice, “Las veo. Ayuda que los valores de la vieja escuela -el trabajo arduo, la humildad, los cuellos azules – encajan con los Dodgers. Yo jugué con equipos de béisbol locales en Japón. Construí ahí mi ética laboral. Mi perseverancia hacia el trabajo arduo fue construida en Japón. Los valores se tradujeron desde Japón hacia acá”.

Fue también durante este periodo con los Dodgers que Friedman lo apodó “Will the Thrill”.

Durante las prácticas de bateo, Will ayudaba atrapando pelotas en el aire en el outfield (área del terreno del juego más allá del cuadrado interior o infield). Pero impresionó al presidente de los Dodgers y al equipo al darlo todo para atrapar batazos al aire, tirándose y estirándose para atrapar las pelotas tanto como pudiese. En una historia para SportsNet L.A., el ex dodger Justin Turner, dijo de Will, “todo lo que hace lo hace al máximo. Está ahí atrapando pelotas en aire en el outfield, tratando de lanzarse y deslizarse por tierra para atraparlas. Ha sido divertido tenerlo en el equipo”. Para hacer que su apodo fuese oficial, el equipo le dio a Ireton un uniforme con el nombre “Will the Thrill” al reverso y el número 1.8 (el número de Maeda era el 18).

Fue también en este periodo que Ireton sorprendió al equipo entero cuando aceptó levantar 181 kilos de peso muerto. “Definitivamente no soy un levantador de pesas”, dice Will. “Fui retado a levantar 181 kilos por un jugador y terminé levantándolos frente al equipo entero durante el entrenamiento de primavera. Mido 1,78 metros y peso 72,7 kilos. Me preparé con un entrenador de fuerza de los Dodgers”.

Luego de la temporada 2018, Ireton se convirtió en un entrenador de desarrollo para la afiliada Triple-A de los Dodgers en la Ciudad de Oklahoma. Fue ahí que aprendió cómo aplicar la tecnología y la data a las operaciones diarias y también obtuvo algo de experiencia entrenando la primera base.

“Yo analicé a todos los contrincantes y escribí informes de mis observaciones basadas en la data”, Will resume. “Era para que los lanzadores y los bateadores tuviesen planes generales para atacar a sus contrincantes. Planifiqué muchos juegos. También ayudaba cuando el entrenador de lanzamiento pedía asistencia técnica con la tecnología de movimiento y desplazamiento de la bola, para ver los distintos lanzamientos del jugador”.

En el 2020, Ireton fue promovido a la nueva posición de coordinador de Operaciones de Rendimiento, para trabajar de manera similar como lo había hecho en la Ciudad de Oklahoma. Will explica que al realizar su trabajo era importante reconocer que cada jugador es un individuo y que la ayuda debe ser hecha a su medida.

Al preguntarle si todos los jugadores estaban dispuestos a recibir la extensa data que ahora estaba disponible, Ireton señala: “Nosotros respetamos a cada jugador y su nivel de conformidad. Cuando los jugadores están jugando bien, no es ningún problema. Pero cuando un jugador baja de rendimiento, les dejamos saber que hay recursos disponibles. Las voces más importantes son las de los entrenadores y de los jugadores. Los entrenadores están guiando el proceso”.

Como nikkei, Ireton es consciente de que él pertenece a un grupo creciente de jugadores y empleados de la oficina principal de los Dodgers, quienes son de ascendencia japonesa y asiática. Como fue mencionado, Nomo abrió las puertas para que otros jugadores japoneses vengan a Estados Unidos, y los Dodgers reclutaron a los lanzadores Takashi Saito, Kazuhisa Ishii, Hiroki Kuroda and Maeda de Japón. Pero el equipo también firmó contrato con otros jugadores de Asia, como Chan Ho Park, Hyun-Jin Ryu and Hee-seop Choi (Corea del Sur) y Hong Chih-Kuo (Taiwán).

Las personas de ascendencia japonesa han estado trabajando para los Dodgers casi desde que llegaron a Los Ángeles, por aquel entonces en 1958, los que incluyen al director de camerino, Nobe Kawano y los empleados de la oficina principal, Irene Tanji e Ike Ikuhara. Recientemente, en un programa público organizado por el Museo Nacional Japonés Americano y los Dodgers, llamado “Beyond the Dugout: A Discussion with the Japanese American Staff at the Los Angeles Dodgers” (Más allá del banquillo: en diálogo con el personal japonés americano de los Dodgers de Los Ángeles), Ireton fue parte del panel, que incluyó a un manager de los Dodgers, Dave Roberts; al director senior encargado de los viajes del equipo, Scott Akasaki (que fue clave en la creación del programa); Stephen Nelson, en su primer año como locutor de los Dodgers y Emilie Fragapane, especialista en analítica y biomecánica.

En el panel, se reveló que Ireton mantiene un ritual regular con Roberts antes de cada juego. Según Nelson, treinta minutos antes de que el juego empiece, Will le ofrece una taza de té verde al manager de los Dodgers. Hay algo extremadamente apropiado en esta costumbre entre dos individuos, uno cuya madre y otro cuya abuela nacieron y crecieron en Japón.

Los Dodgers, desde los días de Jackie Robinson, han sido líderes en la inclusión de su personal y jugadores, y Ireton reconoce que es un privilegio trabajar con tal equipo. “Es un grandísimo honor formar parte de una organización conocida por ser progresista, que acepta la diversidad y simplemente ser parte de la comunidad”, Will sostiene. “Esa es la etiqueta por la que los Dodgers son conocidos, y ahora que estoy trabajando aquí me doy cuenta que seguimos esa filosofía de adentro hacia afuera”.

Sobre su situación actual, Will dice: “la mejor parte, en general, es que me gusta bastante el béisbol, y formar parte de una organización de las ligas mayores a ese nivel es un honor. Estoy muy entusiasmado de estar aquí”.

No podríamos esperar nada menos de alguien apodado “Will the Thrill”.

 

© 2023 Chris Komai

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Acerca del Autor

Chris Komai es un escritor freelance, quien ha estado comprometido con Little Tokio desde hace más de cuatro décadas. Él fue el director de información pública del Museo Nacional Japonés Americano por más de 21 años, en donde manejó las relaciones públicas para los eventos especiales de la organización, exhibiciones y programas públicos. Anteriormente, Komai trabajó por más de dieciocho años para el periódico japonés americano, The Rafu Shimpo, como escritor y editor deportivo y editor en inglés. Él aún contribuye con artículos para el periódico y escribe para Descubra a los Nikkei sobre una variedad de temas.

Komai fue anteriormente, presidente de la junta para el Little Tokyo Community Council (Consejo Comunitario de Little Tokio) y es actualmente primer vicepresidente de la junta. Él también forma parte de la directiva del Little Tokyo Public Safety Association (Asociación de Seguridad Pública de Little Tokio). Ha sido miembro de la mesa directiva del Southern California Nisei Athletic Union (Unión Atlética Nisei del Sur de California) para el básquetbol y béisbol, por casi 40 años, y pertenece a la directiva de la Nikkei Basketball Heritage Association (Asociación de Herencia Nikkei para el Básquetbol). Komai obtuvo su grado de bachiller en inglés de la Universidad de California Riverside.

Última actualización en diciembre de 2019

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