Sabes, cuando se emitió la orden ejecutiva, mis padres y algunos de sus familiares de Fukui y amigos de sus aldeas decidieron que no querían esperar a que el gobierno viniera a recogerlos y llevarlos Dios sabe adónde.

Y Utah era un lugar al que iban muchos ciudadanos japoneses.

Recuerdo que llegamos a Salt Lake City, la ciudad real, y mis padres consiguieron un apartamento allí para vivir. Y yo fui y me llevaron a una escuela y estaba tan emocionado que apenas podía creerlo. Sabes, cuando estuve allí en este jardín de infantes, estaba muy emocionado. Sabes, me encantaba estar en la escuela, pero luego, fue muy triste que me dijeran que no podía ir allí con regularidad. O no tenía edad suficiente o algo así, pero estaba muy decepcionado.

Pero vivíamos en Salt Lake. Mis padres consiguieron un trabajo en Brown Floral Company, que es una gran empresa floral allí mismo, en el río Jordán. Y el señor Brown y su familia fueron muy amables con nosotros.

Mi mamá y mi papá trabajaban para él. Hizo varios trabajos, ya sabes, en la empresa floral. Y salí con su hijo, David. Y nos metimos en tantas travesuras. Siempre estábamos teniendo problemas.

Estuvimos allí durante varios años. Y recuerdo que fue un momento muy bueno.

Vivíamos cerca y cuando mi papá regresaba a casa del trabajo, lo encontraba a mitad del camino y él me llevaba a cuestas. Y, ya sabes, volveríamos a casa trotando. Y siempre fue divertido para mí.