Una Navidad...
Mi mamá me envió un pavo una Navidad. Era un pavo ahumado y congelado. Invité a un grupo de personas a mi casa a comerlo. Quité las puertas corredizas del medio de mis habitaciones, para tener bastante espacio. Lo complicado fue que el pavo era demasiado grande para caber en mi horno microondas. Como estaba ahumado, sólo tenía que descubrir cómo descongelarlo. Terminé usando el elemento calefactor eléctrico de mi mesa para calentarme los pies y calentar el pavo. Corté trozos mientras se descongelaban.
© 2013 Raymond Nakamura