“Necesitamos más personas como Min Yasui en el mundo, que estén dispuestas a defender lo que es correcto y para quienes los principios de justicia sean más importantes que la comodidad personal. Es un honor para mí poder trabajar en esta película, sobre un hombre cuya historia necesita ser escuchada por un público más amplio”.
—Will Doolittle, codirector de ¡Nunca te rindas!
El 2 de noviembre es el Día de Muertos en México y vivo en el pueblo de San Miguel de Allende, muy festivo. No es un día triste sino una fiesta colorida y alegre. Las familias y las instituciones construyen hermosos altares para sus seres queridos fallecidos, y a menudo abren sus puertas al público para compartir sus homenajes y celebraciones.
Así que decidí inaugurar oficialmente un homenaje y una celebración en línea para mi difunto padre, Minoru Yasui, el Día de los Muertos, para compartir el trabajo que nuestro equipo está haciendo en la película Never Give Up! y lanzar una campaña de recaudación de fondos para terminarlo: minoruyasuifilm.org .
Siempre quise hacer una película sobre mi padre, pero no pude dedicarle el tiempo necesario hasta que me jubilé. Y una vez que decidí dedicarme a este proyecto, las piezas encajaron. Will Doolittle, un cineasta de Oregón con amplia experiencia en trabajo documental, aceptó codirigir y realizar el trabajo de cámara y edición; y el experto en redes sociales George Takei, famoso por Star Trek y actualmente protagonista de su musical de Broadway Allegiance , aceptó hacer la narración. Este año, debido al aumento de la carga de trabajo, me comuniqué con Kelley Baker, una ex alumna de la USC donde era asistente de enseñanza graduada, para que me ayudara como productora asociada. Kelley también tiene toda una vida de experiencia como cineasta independiente. Shoji Kameda, amigo de Will y músico de renombre internacional, aceptó escribir la música original de la película. Este equipo estelar está trabajando en el proyecto porque sienten que la inspiradora historia de Min Yasui debe contarse a una amplia audiencia.
Min Yasui fue una persona extraordinaria que se enfrentó a la mayor potencia del mundo, el gobierno de Estados Unidos, porque creía con todo su corazón y alma en los ideales democráticos de libertad y justicia para todos. Y continuó, toda su vida, luchando por esos ideales. ¡Él nunca se rindió!
En 1942, inició un caso de prueba legal por violar deliberadamente órdenes militares que resultó en el encarcelamiento de 120.000 personas de ascendencia japonesa en campos de concentración estadounidenses. Pasó nueve meses en régimen de aislamiento a la espera de la apelación de su caso ante la Corte Suprema de Estados Unidos, que falló en su contra. Pero siguió defendiendo los derechos humanos y civiles de todas las personas.
En Denver, donde se mudó después de la guerra, ayudó a fundar y participó en una gran cantidad de organizaciones comunitarias, luchando por los derechos humanos y civiles de negros, latinos, nativos americanos, minorías religiosas, inmigrantes, niños y jóvenes, personas mayores, personas de bajos ingresos; también inició y participó activamente en redes nacionales e intercambios internacionales.
Durante los últimos años de su vida, Min Yasui se dedicó totalmente al movimiento de reparación. Reabrió su caso legal en 1983. Asistió a miles de reuniones, pronunció cientos de discursos y escribió miles de cartas en apoyo de la reparación.
Cuando murió en 1986, su caso legal estaba en apelación. Su familia llevó su caso a la Corte Suprema de Estados Unidos, pero se negaron a escucharlo en 1987, el bicentenario de la Constitución estadounidense, que Yasui había defendido tan firmemente toda su vida. Dos años después de su muerte, el Congreso aprobó la Ley de Libertades Civiles de 1988, que incluía una disculpa del gobierno y reparaciones para todos los supervivientes de los campos de concentración estadounidenses.
Durante la lucha por obtener reparación, muchas de las entrevistas y discursos de Min Yasui fueron filmados para noticias nacionales, estaciones locales y grabaciones de “películas caseras”. Ahora, más de 30 años después, sólo sobreviven un puñado de clips, pero dicen mucho.
Tengo suerte de que mi tía Yuka, la “hermana pequeña” favorita de mi padre, haya guardado cientos de fotografías y documentos familiares, incluidas cartas escritas a mano desde la cárcel. Mi padre también guardó papeles voluminosos, que ahora se encuentran en los Archivos Auraria en Denver, Colorado, por lo que tengo una gran cantidad de materiales que estoy usando en la película.
Carta manuscrita desde la cárcel, 1942.
Foto cortesía de Holly Yasui. | 
Min con su madre y su hermana menor, Yuka, 1935.
Foto cortesía de Holly Yasui. |
Yasui sobre Yasui
En 1988, mi prima Lise Yasui produjo una película ganadora del Premio de la Academia, Family Gathering . Cuando le pregunté acerca de las tomas descartadas (metraje filmado pero no utilizado en el montaje final), Lise me dio una lista impresionante de materiales, pero todos en formatos antiguos, cuya transferencia a los medios modernos es extremadamente costosa. Así que utilicé algunos fragmentos de la película, una entrevista realizada en la cocina de nuestra tía Yuka. Lise dice de su tío:
“Siempre insistió en que su lucha para corregir las injusticias de la década de 1940 no era un intento de reescribir el pasado sino de hacer del futuro un lugar seguro para los derechos humanos y la dignidad personal”.
Otras grabaciones
También me puse en contacto con el ex productor de noticias de televisión de Salt Lake City, Michael Goldfein, para pedirme permiso para utilizar su breve artículo Citizen Min . Dice Goldfein, que ahora se encuentra en Washington DC escribiendo un estudio histórico sobre las políticas gubernamentales hacia los estadounidenses de origen japonés durante la Segunda Guerra Mundial:
“La vida y el legado de Minoru Yasui es indiscutiblemente una de las grandes historias de heroísmo en la historia de los derechos civiles en Estados Unidos. En 1983, siendo un joven reportero, tuve la oportunidad de contar su historia. El viaje que hice con él, visitando el lugar de su arresto en Portland y su último internamiento en Minidoka, fue un momento decisivo en mi vida. Es necesario ver y escuchar la duradera pasión de Min por la justicia”.
En 1985, el documental Unfinished Business de Steven Okazaki, sobre la reapertura de tres casos legales japoneses-estadounidenses (Yasui, Hirabayashi y Korematsu), fue nominado al Premio de la Academia. Okazaki entrevistó a Yasui en la granja de su hermano en Hood River. Okazaki dice:
“Min Yasui fue brillante, elegante, divertido, controvertido e inspirador. No conozco a nadie que tenga tantos principios, una fe tan absoluta en la justicia y en la necesidad de defender las propias creencias y vivir de acuerdo con ellas. Lo conocí hace más de treinta años y quedé impresionado por el poder de su personalidad, calidez y decencia. Tuve que sonreír y preguntarme si él era real. Treinta años después, sé que él era real”.
Un ex profesor de la Universidad de California en San Diego, Jim Lin, se puso en contacto conmigo a través de una revista en línea. Jim tenía varios videocasetes de las apasionantes presentaciones de Min en el primer programa de estudios asiático-americanos, organizado por Lin. Grabadas en la primavera de 1986, pocos meses antes de que le diagnosticaran cáncer, esas cintas se encuentran entre las últimas que se hicieron del gran orador. Ilustran mejor que cualquier otro metraje que haya podido encontrar la pasión y la convicción de la oratoria de Min Yasui.
En 2014, Will Doolittle y yo filmamos entrevistas en Oregón, California y Denver con veinte personas que conocieron a Min Yasui y/o su trabajo durante diferentes períodos de su vida. Una vez que comenzamos a editar, se hizo evidente que el material merecía un formato más largo que los 15 a 30 minutos originalmente planeados. De ahí la decisión de recaudar fondos para una película de una hora de duración. Estamos buscando $50,000 para completar ¡Nunca te rindas! y para 2016 los eventos previstos con motivo del centenario del nacimiento de Min Yasui, así como un plan de estudios escolar sobre este héroe estadounidense cuya vida y obra pueden ser una inspiración para generaciones.
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© 2015 Holly Yasui
