(Inglés) Es como una pelea entre el padre y la madre. Conozco a mis amigos y ellos no estaban en contra de los americanos, sino que, más bién, ellos amaban a los Estados Unidos y también a Japón. Amaban a ambos países y ver que estaban peleando, era lo peor que podría haber pasado, incluso para mí. En cierto modo me alegraba cuando Japón salía victorioso de un ataque. Yo decía: “¡Bien! Japón sale victorio y va a demostrar que es una nación ponderosa.”
Pero, es uno de esos sentimientos contradictorios… ¡Vaya! …[risas] Amas a los dos países, pero tienes que escoger entre uno de ellos. Bueno, naturalmente, soy americano, asi que soy absolutamente americano, pero simpatizo con la posición de Japón. Incluso, había un reverendo en el último minuto que trataba de evitar esta guerra… Ya me he olvidado… Había muchos americanos que trataban de evitar la guerra, porque ellos entendían la posición de Japón.
Si yo hubiera tenido el rostro de un caucásico, probablemente hubiera sido llamado a Washington para convertirme en un semiexperto sobre Japón, pero teniendo este rostro [se coge el rostro], automáticamente uno se convierte en un aliado japonés.
Fecha: 25 de marzo de 2005
Zona: California, EE.UU.
Interviewer: Sojin Kim
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum