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Parte V: La floricultura

Aspectos Generales

La actividad principal de las familias de Colonia Urquiza, es la floricultura.1 Se destacan el cultivo de rosas, en segundo término gypsophilas, crisantemos, claveles, azucenas, fresias, lilium, lisianthus y gerberas2 y otras especies. En general, cada grupo familiar tienen entre 40 y 50 invernáculos3, de los cuales la mitad son utilizados para el  cultivo principal y los restantes para plantaciones rotativas. Dentro de la unidad productiva el trabajo se realiza con mano de obra de origen boliviano o paraguayo4 y la familia se concentra en las actividades relacionadas con la organización, administración y las finanzas (en especial los nisei).  También funciona en la producción floricultora el sistema de mediería para la producción de crisantemos, claveles y clavelinas que no requieren de demasiados cuidados. Dentro de este sistema el mediero (también llamado medianero) aporta la mano de obra, mientras que el propietario de la parcela contribuye con el capital necesario para la materia prima, maquinaria, abonos y los gastos por servicios se comparten en la mayoría de los casos. En cuanto a las ganancias obtenidas, en general se reparten un 70% para el dueño y el 30% restante para el mediero. Estos últimos realizan un acuerdo de palabra con el propietario de la parcela, aunque se va imponiendo paulatinamente la práctica de firmar contratos como forma de legalizar la situación de las partes.

Los primeros inmigrantes tenían conocimiento sobre agricultura y algunos de ellos poseía además, una tecnicatura sobre el tema, realizada en California (EEUU.). Otros comenzaron a interiorizarse a partir de la lectura de libros especializados que llegaban desde Japón. Con el tiempo la floricultura resultó ser una actividad más lucrativa y fue ganando espacio, razón por la cual los cultivos agrícolas se dejaron de lado. Hay que tener en cuenta que tanto la tierra como las condiciones climáticas favorecieron este cambio de actividad. En este contexto también cambió la situación de los issei, que de inquilinos de la tierra se convirtieron en propietarios de las mismas, gracias a un sistema de préstamos conocido como Tanomoshi5 que se sortea todos los meses entre los miembros que conforman el grupo y que da cuenta por otro lado, de los lazos de cooperación y de solidaridad que une a la comunidad nipona. Este sistema ya no se practica dentro de la comunidad japonesa de la colonia, sólo en los Kenjinkai6 como forma de no perder la tradición.

En la actualidad, los floricultores reciben asesoramiento de un ingeniero agrónomo que viene desde Japón y por medio de charlas, informa de las nuevas técnicas que se están aplicando a la producción de flores. Algunas familias han enviado a sus hijos a Japón para adquirir los conocimientos más modernos en lo que hace a la actividad. Debemos señalar también, que los productores issei, son bastante reticentes a incorporar nueva tecnología y prefieren cultivar casi de forma artesanal. En cambio sus hijos, nisei, van adoptando progresivamente algunas mejoras como por ejemplo, la iluminación en los invernáculos que permite un mayor rendimiento en cada cosecha y también obtienen mejores condiciones para la  comercialización.                        

Algunas familias han diversificado su producción incorporando además de flores, cultivo de frutas y hortalizas. Hay otras que poseen viveros y proveen a floricultores dentro de la colonia y también fuera de ella. Existe una sola familia que se dedica a la apicultura.

La comercialización se realiza en: el Mercado Mercoflor7 y la Cooperativa Argentina de Floricultores Ltda., que representa al Mercado Central de Flores de Buenos Aires como sucursal, ambos abastecen el mercado interno del Partido de La Plata y de otros partidos del sur del Gran Buenos Aires y Capital Federal. Además de las ventas que se efectúan en los mercados, tienen sus propios locales y también participan en ferias y exposiciones como la que se desarrolla en la República de Los Niños durante el mes de noviembre en la ciudad de La Plata, donde asisten más de 40.000 personas.

Colonia Urquiza forma parte del llamado Cinturón Verde de La Plata8 y es una de las regiones más importantes a nivel nacional en cuanto a producción florícola. Las explotaciones florícolas se reparten en tres sistemas de producción: flores y follajes de corte, plantas en macetas y árboles-arbustos ornamentales. De acuerdo a los datos proporcionados por el Censo Hortiflorícola 2005 del Ministerio de Asuntos Agrarios9, el Partido de La Plata cuenta con 309 explotaciones y 270 hectáreas cubiertas con invernaderos dedicados a la floricultura. Esto lo ubica como el municipio productor florícola más importante de la provincia y del país. Si bien sobresale el cultivo de flor cortada10 donde las especies que se destacan son crisantemo, clavel y rosa también hay que agregar otras como gysophila, fresia, lisianthus, lilium, yerbera y otras de menor importancia. Las condiciones del suelo, el clima templado húmedo sin estación seca, la temperatura media anual 16º C y el régimen pluvial que provee alrededor de 1000 mm anuales, hacen de la zona un lugar apropiado para el desarrollo de la actividad y un referente obligado de la Floricultura Nacional.

Existe una estrecha relación entre producción, festividades y celebraciones nacionales y esto indica un punto de contacto con la sociedad receptora de adaptación económica. Crece la demanda de flores en fechas comerciales, como el día de la Madre, el día del Padre, el día de la Primavera o el día de San Valentín y en otras, relacionadas con celebraciones religiosas. Es esta relación la que hace que las plantaciones se orienten para obtener floraciones que coincidan con este calendario.

Los colores de las flores, especialmente las rosas, también se han adecuado a los gustos del mercado comprador. En general, los argentinos prefieren colores fuertes y llamativos, a diferencia de los japoneses que gustan de colores más pálidos. La variedad de rosa más pedida es la challenguer o rosa roja, también la rosa amarilla o Texas y la mini rosa surprise color celeste11. Dentro del mercado y entre los floricultores, las rosas se conocen por su nombre que en general, es nombre de mujer: por ejemplo, la rosa blanca como Virginia, la rosada como Carina, la roja bordó como Samanta, la rosa suave como Ruth.

Para retomar el tema de la intensidad laboral, podemos decir, que hay períodos como el invernal y el estival en los que baja sustancialmente la cantidad de horas dedicadas a las flores, y ello se vislumbra en la cotidianeidad de nuestros informantes que se permiten por ejemplo levantarse más tarde, dedicarse a la lectura de literatura o historia japonesa, a la práctica de baile (Odori), caligrafía japonesa con pincel (Shodo), dibujo con pincel (Sumie), bordado (Shishu) y arreglos florales (Ikebana) en el caso de las mujeres y en el caso de los hombres juegos de estilo gate ball, park golf, golf y béisbol entre los más jóvenes y los mayores prefieren reuniones de camaradería en las que se incluyen juegos de mesa, karaoke y algunos tragos. En ocasiones salen de día de pesca. 

En general las plantas necesitan de muchos cuidados si se quiere obtener una buena producción para el mercado. Algunos de nuestros informantes nos relataron que la primavera es la estación del año donde más se trabaja, no solo porque es el período de cosecha, sino también porque se preparan los suelos y se rotura la tierra para las próximas plantaciones. Las rosas son las que requieren de cuidados más intensos (ventilación, desinfección, etc.) aunque esto también depende de las variedades.

Esta actividad económica, la floricultura, funciona en el cumplimiento de un doble rol: por un lado como estímulo de contacto y movilizador en el proceso de adaptación y en este marco el mercado como punto de reunión y encuentro con la sociedad receptora, tanto de issei como de nisei. Y por el otro, gracias a su instalación a un espacio rural cerrado, permite a la comunidad nipona, construir un molde cultural con un sentido colectivo de identidad, donde el idioma, es un fuerte vínculo en las actividades cotidianas y de esparcimiento.

El “pequeño Japón” de Colonia Urquiza ha sido y sigue siendo, un espacio de reproducción de la cultura nipona, en tanto continúe la actividad floricultora bajo las condiciones de vida de los primeros inmigrantes, las que pueden ir variando a partir de las nuevas generaciones. 

Notas: 

1. Floricultura es una palabra que proviene del latín y constituye una rama de la horticultura que se dedica al cultivo de las flores con fines ornamentales e industriales. Tiene en cuenta varios factores que afectan a su desarrollo, como son la luz, la temperatura, la humedad y fertilidad del suelo. Hay algunas plantas que solo se pueden cultivar en invernaderos debido a las especiales condiciones ambientales que requieren.

2. Son cerca de 50 especies de diversas características las que se producen para satisfacer las necesidades del mercado consumidor.

3. También llamada actividad florícola bajo cubierta. En la actualidad solo unos pocos poseen 100 invernáculos. De los primeros inmigrantes algunos se han jubilado y redujeron la cantidad de invernáculos que trabajan, alrededor de 15.

4. La mayoría de personas de origen boliviano que residen en la colonia alquilan la tierra para la producción de verduras y algunos, también de flores que comercializan en los mercados. Son muy pocos los que han comprado parcela y edificado pues la mayoría piensa regresar a su país natal.

5. Tanomoshi es la denominación de un sistema de círculo cerrado de ahorro mediante el que se puede disponer de un capital para iniciar una actividad económica, para comprar  tierras o una casa. Es una práctica muy antigua que se transmitió desde China. Para los inmigrantes fue muy importante pues les era difícil acceder a un crédito de una entidad bancaria. Quienes participaban en él eran gente de confianza, familiares o amigos. La base del sistema es precisamente la confianza mutua.

6. Kenjikai significa asociación prefectural (Ken es prefectura- Jin es persona-Kai es asociación). Conocemos el que realizan los inmigrantes de Fukuoka y sus descendientes. En estos encuentros mensuales y con cena de por medio se sortea un Tanomoshi que no es representativo desde el punto de vista económico,  pero es símbolo de cultura viva entre los conciudadanos.

7. Actualmente es el Mercado de flores más importante de la Argentina con más de 200 puestos de venta de flores y 40 puestos de venta de plantas. En un predio de 8 hectáreas con una estructura de 5760 m2 para la venta de flores y 8000 m2 para la venta de plantas tres veces por semana comercializa sus productos a florerías, viveros, paisajistas, organizadores de eventos o decoradores. Así, desde el 2 de Diciembre de 1998 fecha de fundación. Hoy cuenta con 150 socios y más de 250 productores que comercializan allí su producción. En palabras de uno de los fundadores Yuka Yamawaki gerente de Mercoflor “somos una cooperativa de productores de flores y plantas que fundamos este mercado luego de un gran esfuerzo por parte de los productores y en un contexto donde la crisis económica que sufrió el país no fue ajena a los floricultores” en el diario El Día de La Plata, 22 de Agosto de 2010.

8. También lo integran Abasto, Estancia Chica, Colonia Santa Mónica, Los Porteños, Las Banderitas y El Peligro que realizan producción intensiva  en pequeñas superficies.

9. Para el año 1990 según datos de la Encuesta Provincial del Ministerio de Asuntos Agrarios en el partido había solo 86 has. bajo cubierta,  para 1998 ascendían a 123 has. y en el año 2002 de acuerdo a la información proporcionada por el Censo Nacional Agropecuario era de 221 has.

10. La colonia produce el 70% de la flor de corte del país, mientras que el porcentaje restante proviene de Escobar, Garín y en menor medida de Corrientes y Santa Fe.

11. Desde hace pocos años se comenzó a producir rosas celestes (rosas blancas que se tiñen con colorantes) respondiendo a la demanda del mercado; los simpatizantes de uno de los equipos de fútbol de La Plata solicitaban rosas azules y blancas. 

 

* “Algunas voces, mucha tradición” Pasado y presente de la Comunidad japonesa de Colonia Justo José de Urquiza. Por Irene Isabel Cafiero y Estela Cerono. Primera edición. Ediciones Al Margen. La Plata. 2013. ISBN 978-987-618-163-1.

 

© 2014 Irene Isabel Cafiero

Argentina Buenos Aires Colônia Urquiza floricultura
Sobre esta série

Esta série trata da comunidade Nikkei instalada em Colonia Urquiza, em La Plata - Argentina, desde a década de sessenta, com a chegada dos primeiros imigrantes, suas atividades na agricultura, a prática e difusão de sua cultura ancestral e sua projeção na sociedade argentina.

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About the Author

Ele nasceu na cidade de La Plata, província de Buenos Aires. Professor e Graduado em História, formado pela Faculdade de Ciências Humanas e da Educação da Universidade de La Plata (UNLP). Publicou artigos e três livros: História de um Imigrante , Viajando pelo Mundo e Algumas Vozes, Muita Tradição ( junto com a Prof. Estela Cerono) .

Última atualização em maio de 2014

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