El caso del diseñador gráfico Masaki Gaja es inusual. Ha vivido la experiencia de Japón en dos etapas: la primera, como niño e hijo de dekasegi, y la segunda, como un joven dekasegi.
Han sido, en total, nueve años en Japón. La primera vez, a los seis años, no fue un destino elegido. La segunda, a los 20, sí lo fue, aunque obligado por una penosa circunstancia.
JAPÓN: IJIME Y FÚTBOL
1990 fue uno de los años del boom dekasegi en Perú. Masaki tenía seis años, cursaba primer grado de primaria, y…