El profesor Ariel Takeda1 ha contestado a un artículo que este servidor había escrito previamente acerca de Alberto Fujimori2. En su respuesta, el profesor Takeda precisa claramente su parecer cuando escribe: “cualquier nikkei debe dudar seriamente sobre muchas de las acusaciones de las que es objeto (Fujimori, A.) Total, sólo es cuestión de mirarse a sí mismos e inferir. ¿Su moral, podrá ser tan frágil si es descendiente de una antigua familia japonesa?” Hasta donde puedo entender, el profesor Takeda se habría sentido agraviado porque personalmente considere corrupto a Fujimori y juzgue que esa variable es clave para comprender su régimen.
Yo quiero disculparme porque posiblemente mi estilo o algún punto de mi argumento puede haber servido para que se interprete que yo, de algún modo, vincule la tradición nikkei con la corrupción de Fujimori y su gobierno, lo cual me es ajeno en intención y pensamiento. Pero, vale la pena recordar que, apenas comenzado el mandato de Fujimori, su entonces esposa, la señora Susana Higuchi denunció públicamente que la familia de su esposo estaba involucrada en el tráfico de ropa usada proveniente de donaciones japonesas. Sucede que la señora Higuchi es también descendiente de familias japonesas y una respetada figura de la comunidad nikkei peruana, lo cual posiblemente ha sido importante motivo para su reiterada elección como congresista de la república peruana.
La corrupción ocurre aun entre miembros salidos de las mejores familias. Asimismo, y hasta donde todos conocemos, la corrupción no es patrimonio exclusivo de países o de grupos. ¿No existen también mafias y corrupción en Japón? Y, por otro lado, ¿no es obvio que en la sociedad criolla latinoamericana existe una elevada aceptación de la trasgresión? Hay gente correcta e incorrecta, buena y mala, en todas partes y esta realidad se encuentra en todas las tradiciones creadas por los seres humanos. Fujimori es un personaje público que, efectivamente, ha tenido aciertos y desaciertos, pero – lamentablemente - su régimen en conjunto está teñido por un hálito de corrupción, que su esposa nikkei percibió muy temprano y que los vladivideos confirmaron a toda la opinión pública años después. ¿No hemos visto acaso cómo Montesinos compraba a políticos y empresarios peruanos en nombre de Fujimori? ¿De quién y para qué obtuvo él tanto poder?
Finalmente, estamos de acuerdo con el profesor Takeda en que la mirada nacional e internacional está puesta en la justicia peruana, pero sobre todo en su respuesta frente a las acusaciones específicas de corrupción y de delitos contra los derechos humanos del gobierno de Alberto Fujimori. Estamos de acuerdo también en que Fujimori es un caso excepcional en la historia de los nikkei, de allí mi calificativo sobre la biografía de un personaje que, siendo público, es sujeto de interés, del escrutinio general y también de la historia de los peruanos.
Notas:
1. Comentando “Biografía” de A. Fujimori. En: http://www.discovernikkei.org/es/journal/article/2437/
2. Alberto Fujimori: una biografía cinematográfica. En: http://www.discovernikkei.org/es/journal/article/2417/
* Este artículo se publica bajo en Convenio Fundación San Marcos para el desarrollo de la Ciencia y la Cultura de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos – Japanese American National Museum, Proyecto Discover Nikkei.
© 2007 Antonio Zapata Velasco
