Cartas de Miyako. Ser nikkei en Veracruz

Mi nombre es Jumko Ogata y hasta hace más o menos un año no conocía el término nikkei. Mi abuela me había contado desde chica historias sobre su papá, un inmigrante llamado Jimpei Ogata (al bautizarse en la fe católica incluyó el nombre Mariano), que había llegado a trabajar en minas de carbón, pero que, al vivir día tras día condiciones infrahumanas en las profundidades de la tierra, había decidido huir en busca de una mejor vida.
Tras algunos años llegó a Otatitlán, Veracruz, también llamado el Santuario del Cristo Negro, y conoció a Lupe Aguilar, una joven huérfana con …