Descubra a los Nikkei

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Inmóvil

Caminando por el centro de Liberdade, noté que una agencia inmobiliaria en la Rua Galvão Bueno tenía mi apellido en la fachada: Okada.

No lo pensé dos veces en entrar y conseguir algunas de sus tarjetas de presentación por si necesitaba pruebas para alguien que no me creyó cuando le dije en broma que ahora estaba en el negocio inmobiliario.

Pero también me llamó la atención una de las corredoras, la señora Clara. Es que era muy parecida –si no igual– a una de mis tías (baja estatura, sonrisa con ojos muy entrecerrados, dientes grandes y bonitos).

Terminé diciéndole que estaba buscando un departamento así, así, solo para hablar un poco. Porque, en mi locura, todavía quería confirmar si ella era o no mi tía – no lo era.

Hojeando dos o tres carpetas gruesas, encontró un apartamento en la Rua Tamandaré –en realidad, un estudio– que, según me dijo, era perfecto para mí. En ese momento tuve que aceptar su invitación para conocerlo.

Cuando estábamos a punto de irnos, la señora Clara se detuvo. Y me dijo que había un pequeño problema. Por el horario, tendría que ir a recoger a su nieto, el hijo de su hijo, que estaba estudiando en una pequeña escuela japonesa, allí mismo, cerca del apartamento.

"¡OK todo bien!" – dije, sin entender su cara, repentinamente preocupada.

En el camino, ella me dio toda la información que necesitaba. Y, mientras yo subía a su encuentro, ella siguió derecho, hacia el colegio.

Doña Clara tenía toda la razón. El lugar era perfecto para mí: pequeño, pero no demasiado; tarifas razonables de alquiler y condominio; cerca de lugares interesantes de la ciudad – centro antiguo y Avenida Paulista. Y, lo más importante, una gran oportunidad para salir de la pequeña habitación que, en ese momento, alquilaba en Bela Vista. Estaba ansioso por cerrar el trato.

Media hora después tuve que dejar de esperarla. Tenía algunos compromisos. Luego llamaría a la agencia inmobiliaria al día siguiente. ¿Hacer lo que?

Dejé la llave en la entrada y, al salir del edificio, me di cuenta de que, en efecto, la señora Clara estaba ahí mismo, a media cuadra.

Tal vez no la había reconocido antes, porque, además de estar de espaldas a mí, ella, por su postura, arrastraba algo muy pesado. Y, vaya, ese algo tan pesado era un niño, un niño: su nieto.

Sentado en la acera, con sus patitas estiradas, lo único que hacía era quejarse.

Y la señora Clara, haciendo mucha fuerza, lo jaló de la mochila y de los brazos, tratando de ponerlo de pie. A veces incluso lo lograba; pero, una vuelta y otra, siempre volvía a sentarse.

Hasta que, tras varios intentos, cogió la pequeña mochila -con un estampado de Bob Esponja- y se la colocó a la espalda. ¡Al principio pensé que lo iba a dejar ahí!

Pero fue entonces cuando ella, en su último recurso, lo levantó y lo sostuvo como a un saco de arroz: con un solo brazo, la mano apoyada en su cintura -como el asa de una taza- y el niño atrapado en el medio -que , gritando, moviendo las piernas frenéticamente, como si estuviera nadando.

Finalmente, al llegar al edificio, la señora Clara lo volvió a colocar en el suelo. Y señalándolo a él, que ahora estaba jugando con un diminuto insecto que acababa de encontrar, se disculpó profundamente por las molestias. Me apresuré a decirle que no había ningún problema. Hicimos un trato y me fui.

No lo sé... sentí mucha pena por ella. Es que, cuando nos despedimos, parecía tan nerviosa… tan molesta… tan… tan… Cara de llanto, ¿sabes?

Quizás en ese momento debería haberte ayudado con el niño. O, al menos, le dijo algo como:

“Doña Clara... Oye, doña Clara... No seas así... Aunque te costó mucho llevar a tu nieto por la ruta de media cuadra, no necesitabas más que una sugerencia. para que usted pudiera convencerme de mudarme de un lugar que está a más de tres kilómetros de distancia, Doña Clara… Oye, Doña Clara… Usted es la mejor, ¿sabe?”

© 2018 Hudson Okada

barrios japoneses Brasil Liberdade São Paulo
Acerca del Autor

Udê, o Hudson Okada, nació en la ciudad de Matão-SP, el día 2 de agosto de 1979. Vive en São Paulo, Liberdade, desde 2005. Forma parte del equipo de colaboradores del Jornal Nippak. Como escritor, ganó algunos concursos literarios – incluso un honroso segundo lugar en el Premio Sesc-DF de Literatura, categoría cuentos.

Última actualización en julio de 2016

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