Desde la segunda mitad del Siglo XIX hasta la primera mitad del siglo XX llegaron al continente americano decena de millones de europeos en busca de una vida mejor y esta corriente migratoria contribuyó en poblar estos países y desarrollarlos. Sin embargo, desde la década del ’60 al ’70 se produce un fuga migratoria importante hacia los Estados Unidos y Europa por la declinación económica, inflación, violencia interna y el consiguiente surgimiento de gobiernos militares. Y en los ’80 con la crisis de la deuda externa la región sufre lo que se conoce como la “década perdida” y en los ’90 con las políticas neoliberales muchas empresas públicas son privatizadas y se producen despidos masivos, etc. provocando una nueva fuga a los países centrales. En solo esta década, según la CEPAL, un poco más de 10 millones de latinoamericanos emigraron al exterior.
Hasta hace poco no era extraño imaginar este tipo de movimientos migratorios pero desde hace unos 6 años atrás esta tendencia está cambiando por la alta tasa de desocupación de España y otros países mediterráneos por lo que miles de profesionales están buscando trabajo y posibilidades de realización en Sudamérica, algo inimaginable hace diez años atrás.
Cabe señalar que la tasa de desempleo general de España es del 26.8% y el de los jóvenes de 16 a 30 años de edad del 56.4% (datos del mayo de 2013) y esto da cuenta que muchos no tienen empleo y los que tienen están en precariedad1.
No son pocos los jóvenes españoles que estudian idiomas para buscar trabajo en el Reino Unido (7.7% / 20.2%), Francia (11% / 26.5%) o Alemania (5.4% / 7.5%), pues como se puede observar la tasa de parados es mucho más baja que España aunque eso no significa que sobren los empleos de calidad, al contrario la competencia por un empleo estable es cada vez mayor.
Tanto Catalunya como las autonomías del norte y noreste tienen más industrias y la tasa de desempleo es bastante menor que el centro y sur de España.
Aún dentro de España el desempleo en la región norte y noreste es casi la mitad del promedio nacional pues hay industrias manufactureras, una sólida industria turística y de servicios internacionales, pero es casi imposible absorver a todos los parados de la península. Tampoco se puede dejar de mencionar que en estos países hay millones de migrantes latinoamericanos2.
Y dentro de este contexto esta década se particulariza por el crecimiento económico de la Argentina, Brasil, México, Perú, etc. y también de países como el Uruguay y el Paraguay que son motivo de atracción para los profesionales extranjeros que buscan oportunidades de empleo pues escasea mano de obra calificada en diversos rubros. No es que puedan ganar siempre salarios elevados o mejores que en sus países de origen pero en rubros de las ciencias y la ingeniería pueden logran puestos bien remunerados.
Si bien el producto bruto per cápita anual de Chile supera los 15.000 dólares y los de México, Argentina y Brasil superan los 11.000, hay empleos donde pueden ganar de 60.000 a 100.000 dólares anual o más.
Más allá de la ironia de la publicidad, capitales como Santiago de Chile y otras siguen creciendo por el enorme desarrollo económico que están experimentando y requieren de personal calificado.
Pero la otra realidad es que el costo de vida de estos países está aumentando considerablemente y en parte los reclamos y revueltas en Brasil en ocasión del aumento tarifario de buses y metros expresan el descontento social por las penurias de tener que viajar incómodamente al trabajo o la inseguridad que deben lidiar. A pesar del aumento de la producción y las exportaciones de cereales y minerales que han permitido el crecimiento económico y una mejora sustancial de la renta personal, eso no ha solucionado aún los problemas estructurales ni recreado una sociedad más justa y menos corrupta. La “nueva clase media brasileña” se ha levantado porque su situación socio-económica es muy endeble y en cualquier momento pueden caer en el estrato más bajo por más que ahora puedan adquirir más electrodomésticos y bienes de consumo. De hecho, no son pocos los que se han endeudado en excesivo a tasas elevadas y sienten que su capacidad de consumo es más limitado que sus expectativas iniciales.
Si bien la tasa de desempleo de la región latinoamericana es menor al 7% sigue habiendo muchos trabajadores en la precariedad y en negro, casi el 40%. Como ocurre en otras latitudes el nivel de parados de los jóvenes es el doble del promedio y aun hoy casi el 50% no tiene terminado la secundaria lo que dificulta su capacitación para su resinserción y desarrollo laboral. Por ende, los casos exitosos que se ven en las grandes metrópoli es una realidad muy atractiva y promisoria pero es para un grupo no muy numeroso de personas y profesionales3.
La escasez de mano de obra profesional y con experiencia persiste y son miles los españoles que buscan ubicarse en algún país de la región; además, hay muchas empresas de capital español en el sector bancario, hotelero, telecomunicaciones, etc. que pueden absorver a algunos de estos nacionales aunque al parecer también hay jóvenes que buscan emprender negocios y comercios por su propia cuenta. Y en el caso de médicos, abogados y contadores, que requieren compatibilizar sus títulos eso no es tarea sencilla en ningún país salvo que exista algún tipo de convenio bilateral entre las asociaciones profesionales.
Junto a este movimiento “migratorio” por llamarlo de alguna manera, de Europa hacia América Latina, sigue vigente el movimiento intraregional. La Organización Internacional de Migraciones señala que entre los años 2002 y 2012 unas 700.000 personas buscaron empleo y asentamiento en otros países de la región. Los más preferidos como destino han sido la Argentina, Brasil, Chile y Uruguay.
Y como algo anecdótico está el caso de los brasileños nikkei, unos 110.000, que han regresado del Japón hacia su propio país donde algunos han podido capitalizar su experiencia laboral para lograr un empleo más calificado y mejor remunerado, tal como ha sido presentado en un programa de la NHK (canal público de Japón) el pasado 21 de abril de 2013. Igual, son pocos los casos que habiendo trabajado en el sector manufacturero hayan podido mejorar sus ingresos a su retorno; aunque tampoco hay que dejar de mencionar que hay casos exitosos de emprendedores que han sabido iniciar negocios rentables.
Aeropuerto Internacional de Garhulos, Sao Paulo, Brasil. Antes muchos se iban de aquí pero hoy llegan muchos profesionales. Muchos nikkei de Japón también han retornado a su país.
Por de momento los países de América Latina requieren personal calificado y con experiencia en diversos rubros. Desde luego, en países donde casi la mitad no tiene la secundaria completa o aunque la terminen tienen deficiencias en sus contenidos, para los formados en el exterior y con buena experiencia y dominio de idiomas es una gran oportunidad para retornar o buscar nuevas alternativas. Y también la mejor manera de hacer frente a las crisis y al desempleo crónico.
Notas:
1. La tasa de desempleo de Japón es del 4.1% y el de los jóvenes es casi el doble (Abril de 2013). El de España es superado por Grecia pero es similar al de Makedonia y Sudáfrica. Italia y Francia oscilan el 10% y el de los Estados Unidos el 8.5%. Sudamérica se mantiene en el 7% y es uno de los más bajos de estos decenios; aunque la OIT- Organización Internacional del Trabajo señala que en el mundo para este año 2013 habría unos 220 millones de parados (tasa del 6%) con el agravante de que las ofertas de trabajo no son muy abundantes y en los países industriales el tiempo de parado se hace cada vez más extenso. Y el número de parados jóvenes de 15 a 24 años en el mundo es de 73 millones.
2. En España hay muchos ecuatorianos, peruanos y desde luego argentinos y brasileños, que en estos tres decenios han emigrado desde sus países. Sin embargo, como ocurre en muchos países la tasa de desempleo de la mano de obra extranjera es de un 20 al 30% mayor que el promedio general, justamente por el no manejo del idioma y la falta de capacitación o dificultades en acceder a los programas de formación técnica. Sin embargo, la tasa de parados de los hijos de estos inmigrantes es mucho menor al promedio.
3. Hace dos años atrás los medios internacionales daban cuenta que en Brasil unos 30 millones sumaban la clase media emergente, los llamados “clase C”, pero esa oleada de nuevos consumidores provocó cierto rechazo en los sectores de la clase alta por la enorme presencia en aviones, restaurantes, shopping, etc. El boom económico permitió acceder a muchos bienes de consumo como nunca antes visto, pero la falta de educación y planificación en el consumo muchos están sobreendeudados y siempre están con el riesgo de caer a un estrato más bajo.
Links de referencia:
http://www.infolatam.com/2013/06/10/el-nuevo-nuevo-mundo-america-latina-vuelve-a-atraer-inmigrantes/
http://www.elcomercio.com/negocios/desempleo-America-Latina-afecta-jovenes_0_704929722.html
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2013/04/130326_wanted_migrants_clickable.shtml
http://internacional.elpais.com/internacional/2011/09/30/actualidad/1317388088_985128.html
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2011/11/111110_brasil_nueva_clase_media_jgc.shtml
http://lahistoriadeldia.wordpress.com/2010/03/09/clase-media-en-brasil-un-pais-injusto/
http://news.bbc.co.uk/hi/spanish/business/newsid_7001000/7001301.stm
http://www.jil.go.jp/foreign/jihou/2013_1/ilo_01.htm
http://www.jetro.go.jp/world/cs_america/
http://www.nhk.or.jp/worldnet/archives/year/detail20130421_301.html
© 2013 Alberto J. Matsumoto
