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https://www.discovernikkei.org/es/journal/2008/2/1/copani-knt/

Cuestiones actuales de la Migración de Brasileros para Japón

En mi presentación trataré la migración de nipo-brasileros al Japón, proceso que trajo significativos cambios en la vida de gran parte de la población Nikkei tanto en Brasil, como en Japón. Principalmente a inicios de la década de los 90 hasta hoy, grandes grupos de brasileros descendientes de japoneses con sus familias, inclusive de ascendencia no japonesa, pasan a “ir y venir” en la ruta Brasil-Japón, con vistas a mejorar su vida, en busca de un sueño en la modernidad tecnológica, bajo la imagen de un Japón potente y rico. Comprendía una fuga de las dificultades económico-financieras en Brasil al encuentro de la demanda de mano de obra de empresas japonesas para ejercer funciones relegadas por los trabajadores japoneses, cada vez mas escolarizados.

Si en el inicio de la migración, los trabajadores brasileros aparentaban una cierta homogeneidad en sus condiciones de trabajo, todos ejercían funciones consideradas 3Ks (kitanai, kitsui, kiken ), sucio, pesado y peligroso, a los cuales los dekasegi agregaron kirai (detestable) y kibishii (exigente). Más allá de eso, la semejanza en la apariencia (en general niseis o sanseis) y el ejercicio de funciones similares desconsideraba las diferencias de “background ” (escolaridad, profesión anterior, posición social y cultural) que los trabajadores inmigrantes llevaban del Brasil.

Las dificultades de comunicación por no entender el idioma, los valores, comportamientos y las conductas de la sociedad japonesa, trajeron problemas y desafios a los inmigrantes para trabajar y vivir en un contexto muy diferente del vivido en Brasil. Mas allá de eso, diferentemente de la actual situación, los intereses nipónicos estaban puestos en las oportunidades de trabajo, las relaciones con la vecindad, la escuela y la diversión .

A medida en que crecía el número de trabajadores brasileros en Japón, éstos se concentraban en algunas localidades cerca de las empresas formando áreas de mayor concentración de brasileros como Oizumi y Ota, Homidanchi en Toyota, Hamamatsu y Toyohashi. Poco a poco la presencia se extendía significativamente para otras regiones del país desparramándose por casi todo el Japón.

En el libro “Hacia dónde van los brasileros”, trato de analizar los encuentros y desencuentros culturales entre los inmigrantes, a partir de sus estrategias de vivencia y de sus relaciones en el trabajo, en la escuela y en la vida cotidiana. Esas estrategias llevan los inmigrantes a desarrollar diferentes formas de inserción en la sociedad japonesa, desde la búsqueda de la japonización, valorizada por el Japón, hasta la segregación o creación de códigos culturales propios en un contexto social y cultural diferente en Brasil.

En esa presentación me gustaría retomar esas estrategias desarrolladas por brasileros en Japón y hablar sobre sus actuales implicaciones en los nikkeis brasileros viviendo en ambos países.

Con 20 años de migración, los brasileros constituyeron en Japón un “modus vivendi ” propio y diferente tanto de la vivencia japonesa como de la brasilera.. Actualmente, se concentran en determinados espacios, donde cuentan con una infraestructura que facilita la vida en Japón (restaurantes, bares, entretenimientos, productos, películas, música, programas de tv y escuelas brasileras), lo que permite, de modo diferente del pasado, una vivencia independiente de los conocimientos culturales locales, inclusive del idioma. En un artículo intitulado “Redes Sociales y Culturales de Inmigrantes Brasileros en la ruta Brasil-Japón: Movimiento y Permanencia”, observo que, al mismo tiempo en que hay una tendencia a la permanencia de grupos brasileros en el Japón, ocurre paralelamente una alta movilidad espacial, sea dentro de Japón, sea en la ruta entre los dos países. Ambos procesos son facilitados por la existencia de espacios propios de brasileros en diferentes regiones del Japón posibilitando la comunicación y el apoyo a los patricios y por la constitución de redes formales e informales construídos por los propios dekasegi. Tales redes posibilitan dar soporte a la interacción de ellos en ambos países.

Aunque han construído su propio espacio social y cultural, no podemos afirmar que los brasileros pueden estar caracterizados como un grupo homogéneo sobre la denominación corriente dekasegi. Están presentes en Japón inmigrantes de varias generaciones de nikkeis, con significativa presencia de mestizos y parientes sin ascendencia japonesa, bien como inmigrantes empresarios exitosos e inmigrantes trabajadores con dificultades financieras o desempleados y los sin techo (homeless ). A pesar del crecimiento de parte de inmigrantes “nuevos ricos” que ejerce sus actividades volcadas para el mercado de consumo de brasileros, la gran mayoria de los dekasegi todavía depende del trabajo en el mercado japonés, en funciones relegadas por los trabajadores locales. Asi, mas allá de la diferenciación física y etaria, los inmigrantes se situan en posiciones sociales y culturales diferentes, expresando en el Japón la desigualdad existente en la sociedad brasilera.

Para la porción adinerada de los inmigrantes, los problemas sociales y culturales quedan minimizados por la condición económica, especialmente considerando que los empresarios brasileros exitosos emplean no solo trabajadores brasileros sino también japoneses. Mas allá de la búsqueda de competitividad económica, la comunicación y la plena aceptación social y cultural de esos inmigrantes “nuevos ricos” por la sociedad japonesa es una cuestión a tener en cuenta. La negación en la aceptación se basa en la permanencia de valores y conductas tradicionales en la moderna sociedad japonesa, lo que genera preconcepto y discriminación en pos a lo desconocido, inclusive que se de en forma velada.

Para la mayoría de los trabajdores brasileros en el Japón, se destacan cuestiones de empleo, salud, identidad, familia, comunicación y educación de los hijos. La lucha de los brasileros en el Japón consiste en la búsqueda continua de trabajo, llevándolos a sufrir los cambios de ciudades o regiones, lo que implica mudanzas, cambios de escuela para los hijos y readaptación al nuevo medio ambiente. En esa situación, muchos niños dejan de asistir a la escuela una vez que la obligatoriedad de frecuencia se limita apenas a los japoneses lo que genera otros problemas relacionados a la vagancia y al relacionamiento de niños y jóvenes brasileros con “bandas delictivas”.

Las escuelas japonesas de enseñanza básica son de fácil acceso a los extranjeros, tanto, por no estar preparadas para recibir ese tipo de alumnos, principalmente brasileros, ellas presentan problemas de integración, de comunicación y de discriminación, a pesar de la creciente presencia de asistentes brasileros contratados para mediar en la escuela con los alumnos y sus padres. A la vez, las escuelas brasileras en crecimiento en Japón, separan muchos hijos de trabajadores brasileros por su alto costo, difícil de ser asumido por los padres. Ambas escuelas presentan dificultades para la población brasilera en Japón, sea en términos de contenido, sea en métodos de enseñanza y de formación del profesional de la educación, no siempre orientados para inmigrantes formados en, por lo menos dos culturas diferentes, no necesariamente volcados a asumir papeles en un solo mercado de trabajo y en una sociedad determinada.

La cuestión educacional de los hijos no ha sido el foco fundamental de los inmigrantes brasileros, cuya prioridad es el trabajo, casi siempre esclavizante. La educación de la infancia y de la juventud viene siendo protegida para cuando vuelvan a Brasil o para cuando retornen a Japón y asi sucesivamente. De ese modo, cada vez mas surgen jóvenes brasileros sin escolarización, dificultando su inserción en el mercado de trabajo y en la sociedad de ambos países.

La migración también vino a acelerar cambios en la organización y la reorganización familiar, de acuerdo con los intereses del trabajo en Japón. Miembros de la misma familia van y vienen del Japón y viceversa, formando una verdadera red de apoyo que depende de políticas gubernamentales. Otras familias se desmiembran por nuevas condiciones encontradas por los inmigrantes en el Japón (nuevas uniones conyugales, separaciones, etc.) y por sus familiares en Brasil.

A pesar de que una parte de los inmigrantes buscan cada vez mas la permanencia en el Japón, por miedo al “nuevo” Brasil desconocido, después de una larga ausencia, o por la identificación con valores, seguridad, modo de vida adoptado en Japón, la idea de “estar de paso” todavía se encuentra en el discurso y en las acciones de gran parte de los dekasegi. Tal hecho interfiere tanto en la organización familiar, en el trabajo, en la educación de los hijos que pasan a basarse en la idea de transitoriedad. Vivir de la nostalgia del pasado y esperar el futuro, cuando los objetivos serán transformados en acción, parece ser la práctica mas común dentro de la significativa parte de los inmigrantes.

Una cuestión específica que se encuentra en todos los inmigrantes en el Japón, independientemente de la condición social, se relaciona con los problemas de identidad: en Brasil ser considerado japonés por la sociedad y en Japón ser considerado brasilero o extranjero. ¿Quién soy? Esa es la cuestión.

La cuestión se torna mas compleja en vista de la heterogeneidad de posiciones dentro de los dekasegi, por la mayor identificación de niños y jóvenes brasileros nacidos o criados en el Japón con la cultura y el idioma del país, criando inclusive, problemas de interacción con los propios padres, éstos imbuidos de la cultura internalizada en Brasil. En su retorno al Brasil, nuevos problemas de identidad y de adaptación surgen para esos niños y jóvenes.

La propia globalización refuerza las identidades/desidentidades a través de las influencias culturales que se encuentran en la sociedad brasilera, trayendo la modernidad japonesa, a través de los nuevos mitos diseminados por los medios, por ejemplo, tecnologías sofisticadas y personajes de “mangá”, vinculados a la moderna cultura nipónica, tornándose todavía aún mas compleja la cuestión de la identidad para los nikkeis, ya sean o no inmigrantes.

 

* El presente artículo es el resultado de la presentación efectuada en aquel evento, en la mesa redonda “Cuestiones contemporáneas e históricas en las comunidades Nikkeis en las Americas” juntamente con Célia Sakurai y Akemi Kikimura Yano.

© 2008 Lili Kawamura

Brasil convenciones de la Asociación Panamericana Nikkei COPANI 2007 migración
Sobre esta serie

Esta es una serie de informes y reportes de la Convención Conjunta de la COPANI (Convención Panamericana Nikkei) y la KNK (Kaigai Nikkeijin Taikai) realizada entre los días 18 al 21 de julio en San Pablo, Brazil.

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Acerca del Autor

Lili Kawamura es investigadora y doctora en Sociología de la Universidad de San Pablo-USP. Realizó un pos doctorado en la Universidad de Nagoya y fue docente en la Universidad de Campinas-Unicamp. Profesora y actualmente es investigadora de esa institución. Colaboró para diversas universidades japonesas como profesora e investigadora, entre ellas, la de Tenri (prefectura de Kyoto) y de Tsukuba (prefectura de Ibaraki). Su área de investigación está centrada en las migraciones internacionales, especialmente la de brasileros al Japón.


Última actualización en febrero de 2008

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