(Inglés) Treinta y cinco o cuarenta años después, encontré esos sobres de manila en la casa de mi mamá y papá, y estaban llenos con todos los dibujos que yo hice desde el primero hasta el sexto grado. Y mi abuela los había guardado. Así es que mi madre me los mostró y me dijo, “Échales una ojeada a esos. Quizás te interesen.”Y yo los saqué todos y, tan cierto como el infierno, eran todos los dibujos que yo hice desde el primero hasta el sexto grado.

Y los que encontré que eran los más interesantes eran todos aquellos que yo había dibujado de mi familia, porque toda vez que dibujaba a mi madre, la dibujaba con cabello rubio y ojos azules. Y eso era simplemente sorprendente. Yo nunca me había dado cuenta de eso. Todos estos años, aquí está mi padre, mi hermana, yo mismo, y ahí está mi, ¿quién es esta rubia? Y esa era mi mamá. Yo estoy seguro de que lo hice con toda la buena intención, así era, yo quería que ella fuera la madre ideal, y lo que parecía ideal en ese tiempo era tener cabello rubio y ojos azules. Pero lo que incluso fue más interesante era que los dibujos del tercer grado eran de mí mismo con cabello rubio. Así es que, en unos pocos años yo no había solamente consolidado lo de mi madre, sino que quise idealizarme también, teniendo cabello rubio y ojos azules.