En la primera inundación grave, mis padres se fueron para la ciudad. Entonces, digamos, perdí el contacto con, con... con lo que es la colonia japonesa, por lo que es bastante lejos. Eran más de cien kilómetros, y en esa época no había caminos. Entonces, perdimos, digamos, un poco, un poco el contacto con la comunidad japonesa, pero también eso dio lugar a que en Santa Cruz, en la ciudad, se formara una comunidad, no, de residentes japoneses. Y se dio la necesidad, mejor dicho, mis padres vieron la necesidad de hacer una escuela de idioma japonés. Entonces soy uno de los primeros alumnos de esa escuela... Eh... Como tú dices, obviamente, el poderse comunicar en una lengua materna, porque para mí es una lengua materna, en el sentido de que hasta los cinco o seis años solamente hablaba japonés. Después aprendí el español. Entonces me es más fácil comunicar mis sentimientos en japonés. Y también me es más fácil captar los sentimientos de las personas con las que entablo conversación, y eso me parece que el interlocutor también siente. Eso facilita bastante, no, este tipo de trabajo. Pero justamente también por ese mismo hecho, eh, hay desventajas, no, en el sentido de que ya deja de ser protocolar la cosa. Ya entramos más en términos de... en aspectos de sentimientos. Entonces se vuelve un poquito más compleja la cosa, pero, en el buen sentido de la palabra, no, ayuda bastante hablar el japonés, y sobre todo ser Nikkei, porque te consideran de la familia.
Fecha: 24 de marzo de 2009
Zona: Tokio, Japón
Interviewer: Alberto Matsumoto
Contributed by: Watase Media Arts Center, Japanese American National Museum