1900-1950
En este período, los intereses de los japoneses estaban amparados por la Legación de Japón, pero, a raíz de la II Guerra Mundial y al cortar Chile las relaciones con Japón, declarándole la guerra, los japoneses fueron relegados a pueblos distanciados de las grandes ciudades.
Por este motivo, los japoneses y sus familias tuvieron que velar por sus intereses, agrupándose en pequeñas comunidades, como es el caso de la Hacienda Caupolicán en Rengo o dedicándose a oficios que les permitió vivir.
También debido a la guerra, los japoneses y descendientes comienzan a sufrir un vedado clasismo avalado por las películas y propaganda norteamericana de la época y eso incentivo a que la mayoría aceptara que las generaciones de jovenes nikkei tenían su destino en el país que los acogió.