1900-1950
La actividad de los japoneses se desarrolla en torno a las fuentes laborales que disponen. En un principio las actividades mineras en el norte y las actividades agrícolas en la zona centro-sur del país.
Luego, algunos japoneses se establecen y reciben a otros llegados con posterioridad.
Dado a la dificultad del idioma, muchos japoneses se dedicaron a los oficios que algunos traían consigo o que desarrollaron acá con facilidad, producto de la prolijidad que los caracterizaba y a que no necesitaban grandes conocimientos del español. Ejemplo de estos oficios son la peluquería, la fotografía, las tiendas y almacenes.
En esta primera parte del Siglo XX, desde el punto de vista de lo japonés, predomina la influencia de los issei recién llegados, esto es, la mentalidad de las eras Meiji y Taisho de Japón. La mayoría tiene el sentimiento de seguir ligado a su país de origen y que después de lograr sus objetivos económicos retornaría. Es por eso que los que pudieron enviaron a sus hijos a estudiar a Japón, encargándolos a parientes y familiares.
Los que no pudieron hacerlo, trataron de mantener el idioma japonés en el seno familiar y dentro de las pequeñas comunidades japonesas.