Discover Nikkei

https://www.discovernikkei.org/en/journal/2011/7/14/primera-japantown-5/

Mi primer Japantown - Parte 5 de 5

Parte 4 >>

Retorno

En los últimos días de nuestro viaje, seguimos encontrándonos con descendientes de orientales, cuyo país de origen es difícil de identificar porque casi todos son estadounidenses totalmente asimilados a dicha sociedad, tal como sucede en el Perú, estando, tal vez, en 7ma. generación sino, falta poco.

Dicho origen es difícil de distinguir –a menos que uno realice investigaciones sobre el tema- porque la mayoría tiene ojos grandes mezclados con los rasgos faciales orientales.  Esto también lo vemos en la adolescencia Nikkei peruana de hoy.

En el avión regresamos al lado de un Nikkei o Tusan (descendiente de chinos) silencioso, hasta apático, tal vez por la incomodidad del vuelo.  Recordando, en el restaurante en Japantown vimos a otros Nikkei comiendo junto con estadounidenses caucásicos afines a la cultura japonesa; en el centro de información al turista y en el aeropuerto nos guiaron personas con ascendencia oriental y en los minimarkets nos ayudaban a encontrar productos o nos indicaban dónde estaban los baños.

Tuvimos una impresión muy particular sobre esta ciudad; aunque estábamos en el centro y sus alrededores, debido a la cantidad de descendientes de orientales y turistas orientales, fue impactante.  Totalmente opuesto a cuando viajé a la provincia de Ayacucho, Perú, donde era como un hongo blanco en un campo de pasto verde; las reacciones fueron diversas pero la mayoría de extrañeza por mis rasgos orientales.

Ayacucho es un departamento pobre del Perú, San Francisco es una ciudad realmente cosmopolita, pero los humanos somos todos iguales aunque tengamos distintas culturas, niveles intelectuales y desarrollos espirituales además de diferentes niveles socio-económicos.

Junto a todo lo observado en este viaje, se sumaron las últimas noticias sobre el terremoto en Japón y lo que sucedía con los reactores nucleares.

Para esto, los botones solaperos para apoyo y buenos deseos al país de nuestros ancestros estaban presentes en los comercios Nikkei de San Francisco tal como los vemos en internet al lado de los buenos deseos, rezos y ayuda internacional que se envía, cada vez más, hacia Japón, país que ha marcado un ejemplo de entereza e integridad después del terremoto con tsunami.

Ese país –Japón- es un ejemplo a pesar de estar en la primera parte de su recuperación ya que noticieros, e-mails y blogs nos cuentan de la disciplina, consideración y respeto que se vive a pesar de la situación de peligro latente al que están sometidos debido al estado de los reactores.

Tomemos esto como un ejemplo de vida, no esperemos vivir una situación tal para comportarnos como el ejemplo que nos muestran los japoneses, vivamos con tranquilidad y desprendimiento para que las sociedades occidentales, en general, se apacigüen y decidan respetar a los que “no son” como ellos.

Comportamiento aprendido

Todos los comportamientos son aprendidos, los occidentales hemos aprendido a histerizarnos, a comportarnos de forma alterada ante una situación adversa… ello no nos aporta más que negatividad, pasividad y demora en nuestra recuperación, por esto es que la filosofía oriental es un ejemplo para seguir.

Pero también tomemos como ejemplo el peligro en que nos ponemos, nosotros mismos humanos, cuando tratamos de manipular energías que están muy por encima de nuestra comprensión y lo están porque un desastre natural ha sacado de nuestras manos el control de la radiactividad arriesgando más vidas que las “necesarias” que trabajaban en la planta nuclear (entendamos que ningún riesgo contra la vida es necesario).

Así, es claro que no necesitamos consumir tanto, gastar tanta energía para mantener nuestros artificiales estilos de vida sino empezar a compenetrarnos con los que tenemos al lado, empezar a construir relaciones personales en vez de despersonalizarnos a través de la individualización de la globalidad.

La reacción del pueblo japonés –disciplina y tranquilidad- es un ejemplo a seguir, la desgracia que sufren es una muestra para empezar a cambiar sin que tengamos que vivir estas situaciones.

Y no olvidemos que ese es un comportamiento que debemos entender y simbiotizarlo con el nuestro después de rescatar todo lo bueno que tiene (dejemos la soberbia occidental de lado).

© 2011 Victor Nishio Yasuoka

California Japantowns Peru San Francisco United States
About this series

Victor Nishio Yasuoka experiments with Nikkei life in Peru. He asks himself, “What is being Nikkei?” so as to imagine a local and global collective future. Besides, he examines historical and contemporary racism, offering an explanation of the consequences of the expression “Chino” [akin to “Chink”] and its deep-rooted reasons. And finally, from his professional vantage point, he provides a personal overview of the field of Fine Arts and the cultural support given to artists in the community.

Learn More
About the Author

Victor Nishio Yasuoka is a third-generation descendant of Japanese immigrants in Peru. Halfway through elementary school, he moved with his family to Panama, where he finished school. Almost 10 years later, he returned to Peru, finding the country completely changed. He studied architecture at a public university, but realized that his greatest interest lay in the field of communications. Today, living in Lima, Victor is a publicist, visual artist, and columnist.

To take a look at his work, visit his new website: www.victor.pe, where you will find all his artistic, graphic, and literary output.

Updated August 2009

Explore more stories! Learn more about Nikkei around the world by searching our vast archive. Explore the Journal
We’re looking for stories like yours! Submit your article, essay, fiction, or poetry to be included in our archive of global Nikkei stories. Learn More
New Site Design See exciting new changes to Discover Nikkei. Find out what’s new and what’s coming soon! Learn More